Galerista y coleccionista, confiesa que ella misma es su mejor clienta. “Sí, lo soy”, dice. “Pero voy de compras el último día de la exposición. Es algo que aprendí de [la mítica galerista] Juana Mordó y es una regla sagrada para mí: el cliente va siempre primero. Normalmente me doy el lujo de exponer sólo a los artistas que me interesan, así es que si no venden me quedo con piezas yo”.
Ella también tendrá un espacio de exposición para sus dos millares de piezas. El Centro de Artes Visuales Helga de Alvear, de los arquitectos Tuñón y Mansilla, se está construyendo en Cáceres para albergarla. La primera parte del edifico se inaugurará en septiembre de 2009. La segunda, en 2011. “Lo principal es que todas las obras sigan juntas”, afirma la coleccionista. De momento las tiene en tres almacenes. La Junta de Extremadura será propietaria de la colección dentro de 30 años. “Cada pieza es una historia”, comenta. “El arte no tiene que ver con el dinero, sino con aprender. Lo fascinante es interesarte por el trabajo de los artistas y sus obras, comprenderlos, seguirlos”.