#AskACurator

19 Sep, 2012

Hoy se ha celebrado la segunda edición de Ask A Curator, una iniciativa creada en el año 2010 por la agencia Sumo con el objetivo de favorecer la comunicación entre los museos y todas aquellas personas interesadas en ellos. Se trata de que a lo largo de todo un día usuarios de twitter de todo el mundo envían sus preguntas a los museos participantes para que éstos las contesten utilizando el hashtag #AskACurator.
En esta edición, han sido cuarenta y seis los museos españoles los que se han sumado a la iniciativa, una cifra muy superior a la registrada en el año 2010 en la que existen dos ausencias destacadas: el Museo del Prado y el Museo Reina Sofía. Sobre el segundo no tengo noticias, pero El Prado sí que ha explicado sus razones a través de twitter, respondiendo a una pregunta que lancé en mi perfil. 

Pero al margen de estas ausencias, creo que ha sido un día muy productivo y entretenido en twitter (Ask a curator llegó a ser trending topic en España).

Yo he hablado con cinco museos sobre diferentes temas que me interesan pero me gustaría centrarme, de momento, en dos temas: la accesibilidad y la gestión de crisis de reputación en redes sociales.

A lo largo de la mañana decidí lanzar una pregunta general, esperando que uno o varios museos la contestaran:

 ¿Cómo afrontan los museos la accesibilidad (no sólo física)? ¿Qué proyectos hay? 



Sólo recibí la respuesta del Museo Nacional de Artes Decorativas que, aunque en un principio, parecía querer justificarse por las limitaciones que conlleva ubicarse en un edificio histórico en la accesibilidad arquitectónica del museo, ha aportado cosas interesantes sobre su programa educativo y su proyecto de accesibilidad auditiva
Después de esto, me he dirigido expresamente al Museo del Libro de Burgos y el Museo de Romanticismo, dos pequeños museos que están desarrollando una gran labor de comunicación a las redes sociales, y les he preguntado esto:
¿Estáis los museos preparados para afrontar una crisis de reputación en las redes sociales?


Los dos coincidieron en dar las razones para solventarlas y evitarlas: sentido común y humildad, dos cualidades que faltan en muchos de los perfiles de los grandes museos en las redes sociales y que, en mi opinión, el Museo del Prado ha empezado a entender. Igual es el momento de que los grandes aprendan de los pequeños.
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¡Hola! Soy Montaña

Soy historiadora del arte y en el blog escribo sobre arte contemporáneo, mujeres artistas, feminismo, museos y exposiciones

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