“A los quince, en secundaria, uno de nuestros profesores tuvo la genial idea de llevarnos a Madrid, primero al Reina Sofía (…). Mi madre me regaló un libro a los seis años que se llama ‘¿Qué ven los artistas?’ Por entonces yo ya decía que quería ser pintora de cuadros. En él venía un desplegable de El Guernica. Dice que me recuerda dentro del carro en el centro comercial con los ojos como platos (…). Era mi primera vez en aquel museo, iba asombrada, mirando de un lado a otro (…) hasta que me perdí de la excursión (…) y llegué hasta él, ahí estaba. (…) Me quedé absorta mirándolo, no podía parar, me acercaba hasta el límite de la cuerda, veía las pinceladas, Picasso está ahí en ese momento. (…) Me senté frente a él (…) y entonces comencé a llorar”.
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Detalle de la obra con la que Gemma Granados ganó el primer premio en el I Certamen Juan José Narbón (Flickr de Gemma Granados) |
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Foto publicada en su fotolog el 9 de febrero de 2007 |
“Recuerdo a Pascual, mi profesor de pintura en la Universidad, que me decía: Deja de hacer muñecos. Haring ya fue, ahora eso ya no tiene sentido. Por el contrario, tenía más sentido hacer expresionismo, anterior aún a Haring. No le gustaba mi mundo pusinky!!! (…) Yo nací en el 83, con videojuegos y colores flúor, usted veía la tele en blanco y negro y a lo mejor corría delante de los grises. Usted está más cercano al expresionismo. Yo no, yo soy de Haring, de Basquiat o Warhol así que seguiré con mis colores y mis pegatinas. Usted estaba haciendo un buen trabajo el año pasado (…). Yo no estaba haciendo un buen trabajo. Estaba haciendo SU trabajo, crear escuela es lo que quería.
(…)
Y entonces pensé en lo que estaba haciendo y por qué cambié. Antes usaba quebrados, grises, colores tristes, serios y hablaba de mierdas. Mis mierdas, mis preocupaciones, sí, y encima en un idioma inventado. Me pregunté entonces a quién estaba enfocado mi trabajo (…). ¿Qué es lo que tú quieres Gemma? ¿Quién eres? ¿Tan enfadada estás con el mundo? ¿Acaso los demás no tienen problemas?”
De esta manera, y tras lo que podríamos considerar como un período de transición, en el que pinta cuadros como El mapa del tesoro, surge el trabajo de Gemma que todos conocemos: el color y sus conocidos personajes llamados pusinky, una palabra eslovaca que significa “besos”. Sin embargo, la elección de este nombre fue, en cierto modo, inesperada como pudimos leer en su twitter el 10 de abril de 2012:
“Por aquel entonces [se refiere a sus años estudiando Bellas Artes en Salamanca], conocí a un grafitero eslovaco, Biok248. Me molaba mucho pero amor en la distancia, una pena. Subía mis monigotes al fotolog y ponía debajo 1000 pusinky, 300 pusinky, 1millón pusinky, que significa besos. Era una especie de código, pero los que comentaban mi fotolog pensaban que pusinky era el nombre de los bichillos y ahí nacieron”.
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Foto publicada por Gemma Granados en su fotolog el 14 de marzo de 2007. |
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Semafarola en Casar de Cáceres. Foto: Flickr de Gemma Granados |
Gemma vivió en Buenos Aires durante diecieséis meses. Allí cursará varias asignaturas de Bellas Artes en la Universidad de Belgrano y se integrará en el panorama artístico pintando diferentes murales en la calle y en centros culturales, profundizando en su relación con el arte urbano. Desde allí, además, viajará a Brasil y a otros países de Latinoamérica, una experiencia que le sirvió para adquirir nuevas influencias artísticas y para descubrir nuevas realidades sociales diferentes a las que vivía en España. Su compromiso y sus ganas de conocer nuevos lugares, le llevaron a participar en un programa de voluntariado que incluía un período de formación en Estados Unidos y una estancia en Belice, donde realizará un proyecto de arte social ayudando a los más desfavorecidos e implicando a los habitantes de la zona en la creación de sus coloridos murales. Todas estas experiencias hicieron que Gemma reforzara su idea de que quería contribuir con sus murales y su arte a que el mundo pudiera ser un lugar más amable y así lo explica en este vídeo grabado con motivo de su exposición Amarillo Onírico, celebrada en el espacio Belle Artes de Cáceres junto con el artista brasileño Danilo Zeh Palito.
Casar de Cáceres se convirtirá en el epicentro de su trabajo e incluso en un paraíso de arte urbano, al que, gracias a ella, acudieron otros artistas urbanos de diversas partes de Extremadura y del mundo. Esto fue lo que pudimos leer sobre esto en su perfil de twitter el 31 de diciembre de 2012:
“Casar de Cáceres cada vez tiene más color, todo el que viene a pintar tiene paredes para disfrutar (…). Hay piezas de Tocha, Jonatares, Muro Cultural, Rudy, Pakone, Koit, Niki Jaramillo, Zeh Palito, Jaikü, Du23… (…) Gracias a los casareños que ceden sus paredes y a los que se paran a charlar mientras conversamos. Gracias por estar gestando un pequeño Edén de arte urbano donde no somos delincuentes. Te quiero Casar de Cáceres”.
Los murales de Gemma Granados se reparten a lo largo de Argentina, Guatemala, Brasil, Belize, Estados Unidos, Eslovaquia, Turquía y España. Para verlos, lo mejor es consultar el mapa de su perfil de Flickr.
Si queréis ampliar la información y conocer algo más a Gemma, os dejo esta entrevista que le hicimos en marzo del año pasado desde Lemon y Coco.