Gemma Granados: del gemmico a los pusinky

10 Jun, 2013

Cada vez se habla más (y se intenta teorizar) sobre cómo los artistas deberían utilizar las redes sociales para difundir y documentar su trabajo pero se habla muy poco sobre cómo los historiadores del arte podemos utilizar esa información que suben los artistas a internet, cómo filtrarla o archivarla, teniendo en cuenta la rapidez con la que se puede llegar a perder o su carácter efímero.
Para mí Gemma Granados ha sido una de las artistas que, hasta ahora, ha sabido utilizar mejor internet y las redes sociales no sólo para documentar su trabajo sino también para dar pistas o explicar abiertamente qué circunstancias de su vida influyeron en su manera de trabajar. Tenía perfiles en casi todas las redes sociales y utilizaba casi todas las plataformas. Sabía perfectamente cómo manejar cada herramienta. Contestaba rápido a los correos y se encargó de geolocalizar uno a uno sus murales en el mapa de Flickr. Gemma Granados ha sido, además, la artista que más contenido generaba en mi proyecto Arte Actual Extremadura durante su primera etapa, tanto en el blog colectivo como en el grupo de Flickr. Y ahora internet es fuente fundamental para conocer su obra.

Gemma se definía en su twittercomo “dibujanta, pintadora de paredes y customizadora de basuras”, y quiso ser artista desde niña. Lo cuenta en una serie de tuits publicados el 4 de Enero de 2013:

“A los quince, en secundaria, uno de nuestros profesores tuvo la genial idea de llevarnos a Madrid, primero al Reina Sofía (…). Mi madre me regaló un libro a los seis años que se llama ‘¿Qué ven los artistas?’ Por entonces yo ya decía que quería ser pintora de cuadros. En él venía un desplegable de El Guernica. Dice que me recuerda dentro del carro en el centro comercial con los ojos como platos (…). Era mi primera vez en aquel museo, iba asombrada, mirando de un lado a otro (…) hasta que me perdí de la excursión (…) y llegué hasta él, ahí estaba. (…) Me quedé absorta mirándolo, no podía parar, me acercaba hasta el límite de la cuerda, veía las pinceladas, Picasso está ahí en ese momento. (…) Me senté frente a él (…) y entonces comencé a llorar”.

Algunos años después de este momento, Gemma se fue a estudiar Bellas Artes en Salamanca. Yo contacté con ella en el año 2007, a través de MySpace. Entonces ella todavía estaba estudiando allí y yo empezaba a buscar a información sobre artistas para abrir mi web sobre artistas extremeños. Su trabajo me pareció de lo más interesante. Entre otras cosas, Gemma había creado un alfabeto propio (“gemmico”) para escribir en sus cuadros, que en aquella época eran de colores tierra y apagados, mensajes que sólo ella entendía, influida por el pintor estadounidense Mark Tobey. Con una de estas obras ganó el primer premio del I Certamen Juan José Narbón para jóvenes artistas extremeños, pero en realidad esto no era lo que Gemma quería hacer sino lo que sus profesores de facultad esperaban que hicieray por eso se rebelaba y creó su mundo pusinky, y así lo contó en su twitter el 29 de octubre de 2012.

Detalle de la obra con la que Gemma Granados ganó el primer premio en el I Certamen Juan José Narbón (Flickr de Gemma Granados)
Foto publicada en su fotolog el 9 de febrero de 2007

“Recuerdo a Pascual, mi profesor de pintura en la Universidad, que me decía: Deja de hacer muñecos. Haring ya fue, ahora eso ya no tiene sentido. Por el contrario, tenía más sentido hacer expresionismo, anterior aún a Haring. No le gustaba mi mundo pusinky!!! (…) Yo nací en el 83, con videojuegos y colores flúor, usted veía la tele en blanco y negro y a lo mejor corría delante de los grises. Usted está más cercano al expresionismo. Yo no, yo soy de Haring, de Basquiat o Warhol así que seguiré con mis colores y mis pegatinas. Usted estaba haciendo un buen trabajo el año pasado (…). Yo no estaba haciendo un buen trabajo. Estaba haciendo SU trabajo, crear escuela es lo que quería.

(…)

Y entonces pensé en lo que estaba haciendo y por qué cambié. Antes usaba quebrados, grises, colores tristes, serios y hablaba de mierdas. Mis mierdas, mis preocupaciones, sí, y encima en un idioma inventado. Me pregunté entonces a quién estaba enfocado mi trabajo (…). ¿Qué es lo que tú quieres Gemma? ¿Quién eres? ¿Tan enfadada estás con el mundo? ¿Acaso los demás no tienen problemas?”

De esta manera, y tras lo que podríamos considerar como un período de transición, en el que pinta cuadros como El mapa del tesoro, surge el trabajo de Gemma que todos conocemos: el color y sus conocidos personajes llamados pusinky, una palabra eslovaca que significa “besos”. Sin embargo, la elección de este nombre fue, en cierto modo, inesperada como pudimos leer en su twitter el 10 de abril de 2012:

“Por aquel entonces [se refiere a sus años estudiando Bellas Artes en Salamanca], conocí a un grafitero eslovaco, Biok248. Me molaba mucho pero amor en la distancia, una pena. Subía mis monigotes al fotolog y ponía debajo 1000 pusinky, 300 pusinky, 1millón pusinky, que significa besos. Era una especie de código, pero los que comentaban mi fotolog pensaban que pusinky era el nombre de los bichillos y ahí nacieron”.

Sin embargo, su relación con el arte urbano empezó antes de la creación de los pusinky y de su estancia en Latinoamérica, a través del uso de pegatinas, primero con mensajes en “gemmico” y posteriormente con imágenes suyas y enlaces a sus perfiles en MySpace, o a sus resultados en búsquedas de Google (proyecto Google Search) o en Youtube (proyecto Youtube Search).

Foto publicada por Gemma Granados en su fotolog el 14 de marzo de 2007.
Sus famosos Pusinky empezarán a salir discretamente a la calle en Salamanca y Casar de Cáceres, gracias a su proyecto Semafarolas, en el que dejaba mensajes positivos en cajas de pizza en diferentes elementos del mobiliario urbano. (El uso de materiales reciclados como cintas de cassete, bandejas de cartón, latas de refresco, agendas o juguetes será además una constante a lo largo de toda su trayectoria artística, en parte por no disponer de dinero para comprar soportes y en parte por su concienciación con el reciclaje).

semafarolas en Casar de Cáceres
Semafarola en Casar de Cáceres. Foto: Flickr de Gemma Granados
A partir de aquí, Gemma empezará a llevar sus pusinky por todo el mundo, primero con su proyecto Pusinky Around The World (en el que sus personajes inventados empezarán a recorrer países como Holanda, Italia, Cuba, Mozambique, Turquía, Honduras, Zambia, Costa Rica y diversos puntos de España,  bajo la forma de pequeños cuadros y gracias a la colaboración de amigos y conocidos que se prestan a llevarlos con ellos en sus viajes, con la intención de crear una cadena de besos) y después, pero siempre en paralelo, a través de su trabajo en la calle y sus murales en los diferentes países en los que vivió y que visitó.

Gemma vivió en Buenos Aires durante diecieséis meses. Allí cursará varias asignaturas de Bellas Artes en la Universidad de Belgrano y se integrará en el panorama artístico pintando diferentes murales en la calle y en centros culturales, profundizando en su relación con el arte urbano. Desde allí, además, viajará a Brasil y a otros países de Latinoamérica, una experiencia que le sirvió para adquirir nuevas influencias artísticas y para descubrir nuevas realidades sociales diferentes a las que vivía en España. Su compromiso y sus ganas de conocer nuevos lugares, le llevaron a participar en un programa de voluntariado que incluía un período de formación en Estados Unidos y una estancia en Belice, donde realizará un proyecto de arte social  ayudando a los más desfavorecidos e implicando a los habitantes de la zona en la creación de sus coloridos murales. Todas estas experiencias hicieron que Gemma reforzara su idea de que quería contribuir con sus murales y su arte a que el mundo pudiera ser un lugar más amable y así lo explica en este vídeo grabado con motivo de su exposición Amarillo Onírico, celebrada en el espacio Belle Artes de Cáceres junto con el artista brasileño Danilo Zeh Palito.

[youtube http://www.youtube.com/watch?v=Wemeji6hobQ?rel=0]
A su regreso de América, Gemma vuelve a instalarse en su pueblo natal, Casar de Cáceres, aunque no dejará de viajar (visita países como Turquía, Polonia o Eslovaquia, el que considera lugar de origen de sus pusinky, para participar en diferentes proyectos y pintar diversos murales) ni perderá la ilusión por volver a Buenos Aires. Empezará a realizar ilustraciones y acuarelas y a relacionarse con artistas urbanos de la zona, como Tocha, Edu23 y MuroCultural, con los que integrará Estudio23 Creaciones y Colectivo Navegantes e intervendrá diferentes espacios del poblado minero de Aldea Moret y diversas zonas de la ciudad de Cáceres. A estos colectivos y, en general, al panorama del arte urbano cacereño, Gemma aportará su manera de entender el graffiti, procedente de Latinoamérica, basada en el trabajo colectivo, en la convivencia y en la creación de obras grupales.

Casar de Cáceres se convirtirá en el epicentro de su trabajo e incluso en un paraíso de arte urbano, al que, gracias a ella, acudieron otros artistas urbanos de diversas partes de Extremadura y del mundo. Esto fue lo que pudimos leer sobre esto en su perfil de twitter el 31 de diciembre de 2012:

“Casar de Cáceres cada vez tiene más color, todo el que viene a pintar tiene paredes para disfrutar (…). Hay piezas de Tocha, Jonatares, Muro Cultural, Rudy, Pakone, Koit, Niki Jaramillo, Zeh Palito, Jaikü, Du23… (…) Gracias a los casareños que ceden sus paredes y a los que se paran a charlar mientras conversamos. Gracias por estar gestando un pequeño Edén de arte urbano donde no somos delincuentes. Te quiero Casar de Cáceres”. 

Los murales de Gemma Granados se reparten a lo largo de Argentina, Guatemala, Brasil, Belize,  Estados Unidos, Eslovaquia, Turquía y España. Para verlos, lo mejor es consultar el mapa de su perfil de Flickr.

Si queréis ampliar la información y conocer algo más a Gemma, os dejo esta entrevista que le hicimos en marzo del año pasado desde Lemon y Coco.

[vimeo http://www.vimeo.com/39939508 w=480&h=270]

Para terminar, creo que es importante que, como dice Miki Gázquez, a partir de ahora se trate de conservar y dar a conocer el trabajo que Gemma hizo a lo largo de su vida, en cualquier formato y cualquier soporte, para que entre todos podamos mantener vivo su mundo pusinky.
Compártelo si quieres 🙂

¡Hola! Soy Montaña

Soy historiadora del arte y en el blog escribo sobre arte contemporáneo, mujeres artistas, feminismo, museos y exposiciones

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