Cinco mujeres que utilizan la fotografía como lenguaje de expresión forman la exposición “Rev/beladas”, organizada por la Consejería de Cultura e Igualdad de la Junta de Extremadura. “Rev/beladas” podrá verse hasta el próximo 19 de abril en la sala Europa de Badajoz, y posteriormente pasará durante los meses de mayo y junio por el Archivo Histórico Provincial de Cáceres y la Sala Santa Clara de Mérida.
Teresa Benítez, fotógrafa freelance con una larga trayectoria en prensa, presenta una selección de fotografías de la serie “Pluralidad femenina“, en la que aparecen retratadas mujeres extremeñas que trabajan en sectores diferentes: juezas, catedráticas, investigadoras, empresarias, actrices, cantantes, cineastas… Con este proyecto, Teresa Benítez se pregunta hasta qué punto debe seguir siendo noticiable que una mujer ocupe un determinado puesto de poder o, simplemente, logre el reconocimiento dentro de su profesión.
Enmarcada dentro de la “fotografía humanitaria”, la serie “Infancias robadas” de mai saki refleja una cruda realidad que se vive en Sierra Leona, un país con elevadísimas tasas de violencia hacia las mujeres. “Infancias robadas” captura el día a día de una casa de acogida gestionada por los salesianos y situada en la capital de Sierra Leona, Freetown. Este lugar es el único refugio que encuentran niñas y adolescentes que han ejercido la prostitución para poder empezar una nueva vida.
Mucho más amables son las fotografías de Susana Pérez y Nieves García Barragán. La primera, también con una trayectoria vinculada al fotoperiodismo y con diversos proyectos en común con Teresa Benítez, muestra en “Analogía de lo femenino” un conjunto de imágenes que reflejan el cuerpo femenino tal cual es, a través de tres mujeres de edades comprendidas en tres décadas diferentes. Para Nieves García Barragán, por su parte, la fotografía es una herramienta fundamental de expresión con la que busca luchar por la igualdad. Su proyecto “Empoderadas” presenta a mujeres seguras de sí mismas, que rompen con los estereotipos y normas establecidas, que se encuentran felices con su cuerpo y en armonía con la naturaleza.
En el trabajo de Dulce Escribano, titulado “Carne y corsés”, la fotografía, propia y ajena, se utiliza como base para crear fotocollages en los que aparecen diversas técnicas. Su formación en bellas artes y la temática tratada (los trastornos de la de conducta alimentaria), hicieron que la fotografía por sí sola, se quedara corta. En las obras de “Carne y corsés” podemos descubrir los sentimientos de soledad, culpa y autoengaño asociados a los trastornos de la conducta alimentaria al mismo tiempo que se critica la belleza normativa y los cánones impuestos y autoimpuestos.
Podéis leer aquí el texto que he publicado sobre Rev/beladas en la revista M-Arte y Cultura Visual.