(Artículo publicado en Avuelapluma el 3 de junio de 2006 sobre la exposición Critpografías, de Felipe Ortega – Regalado, celebrada en el Centro Cultural San Jorge de Cáceres)
Sin embargo, Felipe Ortega ha ido más lejos y ha completado esas ideas ajenas con elementos procedentes de su propia imaginación lo que nos puede llevar a pensar en su autoproclamada arrogancia (porque, ¿hasta qué punto cualquier persona tiene capacidad de completar una idea o un pensamiento de otra?) En realidad si consideramos esto como una fusión o intercambio de ideas, de igual a igual, como una manera de compartir, de dar y recibir, encontramos que las nueve obras de la exposición son hijas de su padre y de su madre, pero son todas hermanas y comparten un tronco común. Según el propio artista, forman una estirpe de la que él es la matriarca, porque además, de él parte lo que puede considerarse una idea madre: la idea de crear a partir de otros. Esto explica la ausencia de su nombre junto a las obras, porque su presencia va implícita en cada hijo-obra, de los que defiende su autonomía porque asegura que “nuestros hijos no son nuestros sino de ellos mismos”.